Tu ordenador contamina África

Vie, 25/07/2014 - 12:39
¿Qué es la e-basura?

Según el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (UNEP), al año se producen entre 20 y 50 millones de toneladas de basura electrónica. Se calcula que Europa sola produce 9 millones de toneladas al año. En muchos países la e-basura ya se ha convertido en la clase de basura que más rápidamente aumenta. A pesar de las regulaciones internacionales para evitar que la basura electrónica se vierta en los países empobrecidos, las montañas de esta basura occidental crecen cada día más en África. Ghana y Nigeria han surgido de manera especial como nuevos países destino de electrodomésticos usados. China, la India, Pakistán, Vietnam, Bangladesh y otros países aparecen también como nuevos vertederos. Las implicaciones de esta industria de la basura son impresionantes, tanto para el medio ambiente como para la salud humana.

Problema: 

La creciente demanda de tecnologías de la información en África, combinada con sus limitadas posibilidades de manufacturar estos aparatos, la ha convertido en un destino famoso para los electrodomésticos de segunda mano. Además de los comerciantes de aparatos electrónicos, que compran máquinas utilizables o antiguas en masa y las envían a África, también varios grupos de ayuda y organizaciones están pidiendo a la gente que done sus antiguos aparatos electrónicos a las escuelas y hospitales africanos. Aunque la idea es noble, existe con esto un efecto negativo. Según fuentes locales de Ghana y Nigeria, sólo cerca del 25% de las importaciones de Occidente son en la práctica utilizables, el resto de ellas son trastos electrónicos que ni se puede usar ni se puede reparar. La e-basura que no puede utilizarse termina en vertederos no oficiales, donde son separados por trabajadores sin protección (muchos de ellos niños), en busca de metales vendibles. Después de que todo el metal ha sido retirado, el plástico sobrante, los cables y las carcasas normalmente se queman. Estos métodos de extracción son extremadamente peligrosos para la salud: la mayoría de la e-basura contiene tóxicos como plomo, mercurio, dioxinas policloradas, por no mencionar los humos nocivos y los químicos que se liberan al quemar la basura electrónica. Según Greenpeace, las muestras recogidas en un vertedero de basura electrónica de la capital de Ghana, Accra, los metales tóxicos contenidos eran hasta cien veces superiores a los niveles normales.

Sabías que: 

Actualmente, sólo el 25% de los 9 millones de toneladas de basura electrónica producida en la Unión Europea son reciclados de manera apropiada. Anualmente se compran más de mil millones de teléfonos móviles, las ventas de televisores de LCD han crecido más de un 50%, y los negocios de libros en la red se han disparado. Las ventas de aparatos electrónicos siguen aumentando al mismo ritmo que su vida útil sigue disminuyendo. Según una moderada estimación, la cantidad anual de la e-basura en los Estados Unidos aumentará hasta casi los 12 millones de toneladas en los próximos 10 años. Según BAN, un grupo medioambiental con sede en Seattle, hasta 50 barcos contenedores cargados con equipos electrónicos de segunda mano, llegan cada mes a Nigeria. Esta cantidad de contenedores puede ser equiparable a alrededor de 100.000 ordenadores o 44.000 televisores.

Seguimos aprendiendo: 

¿Es necesario tener el último modelo de teléfono móvil, el ordenador más rápido y la pantalla más plana y ancha? Cuando compramos un nuevo equipo electrónico, podemos averiguar cómo son los programas de reciclado de los manufactureros y sus planes para eliminar los químicos tóxicos de sus productos. Cuando nos deshacemos del viejo ordenador o televisión, deberíamos intentar por todos los medios que no terminase en un vertedero de algún lugar de África. La UNU, el Programa de Medio Ambiente de la ONU, la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU (EPA), universidades y empresas como Dell, Microsoft, Hewlett Packard (HP) o Philips se han unido en la iniciativa "Solucionar el Problema de E-Basura" (StEP, por sus siglas en inglés). Esta iniciativa pretende homologar los procesos de reciclado globalmente para recuperar los componentes más valiosos de la basura electrónica, extender la vida de los productos y armonizar las legislaciones y políticas.